jueves, 4 de marzo de 2010

CREER O REVENTAR

Una tarde común, como tantas otras, Raúl venía caminando por la vereda, admirando las estructuras arquitectónicas de su ciudad natal. Al encontrarse con la iglesia principal, hace lo que siempre hace, cruza la vereda y sigue caminado por enfrente haciendo muecas y gestos hacia el Templo de Dios. Ni me gasto en aclarar que Raúl no esta muy de acuerdo con La Iglesia y con Dios.

Al día siguiente ocurre lo mismo pero esta vez cuando esta cruzando la calle para cambiar de vereda, sale de la Iglesia un señor con Sotana, conocido como el Padre Horacio. Padre de no se quien. –siempre dice Raúl a sus amigos en forma de chiste y no tan en chiste.

-Hijo. –le dice el Padre a Raúl levantándole la mano e invitándolo a que entre a la Iglesia.
-Yo no soy su hijo. –dice Raúl sonriendo.
-No importa, entra conmigo, necesito hablar con usted. –dice amablemente y le señala la puerta de la Iglesia.
-No me gusta entrar ahí. Que desea señor?
-Hablarle sobre algo importante. –dice de buena forma pero a la vez frunciendo el entrecejo.
-Esta bien, pero no tengo mucho tiempo, mi novia me está esperando.
-No tardaremos mucho. Seré breve.
-Eso espero.

Al entrar Raúl hace la señal de la cruz sin ganas y creo que la hizo al revés, al ver que el Padre se dio cuenta de su error, retrocede y vuelve a hacerla, esta vez de la manera correcta.

-Mucho tiempo sin hacer la señal no?
-Así es. Iré al infierno por eso?-dice en forma irónica.
-Esa respuesta la tienes que saber tu mismo.
Raúl ríe por lo bajo y le pregunta de que quiere hablar.
-Cuanto hace que no venías aquí?
-Muchos años, desde que falleció mi madre, cuando yo tenía 10 años, ahora tengo 23, haga usted la cuenta.
-Porque no has venido más?
-Porque debería hacerlo? Que ha hecho de interesante Dios por mí últimamente?
-Que has hecho tú por él últimamente? –dice el Padre desafiante.
-Nada, porque no le debo nada a ese.
-Tienes que tener respeto aunque sea, habla bien.
-No puedo tener respeto por alguien que no conozco y menos si hizo morir a mi madre tan joven.
-Todo mal pasa por algo Hijo Mío.
-Que no soy su hijo le he dicho! Mi padre esta trabajando, trabajando de verdad, no como otros. –otra vez de manera irónica. –Y esa frase estoy cansado de escucharla, basta con esa frase, nada bueno me ha pasado, mi madre no esta aquí conmigo o usted la ve?
-Que me dices si te digo que si la veo?
-Me voy corriendo porque sería una gran mentira.
-No me crees entonces?
-Por supuesto que no! –dice Raúl ya visiblemente enojado.
-Bueno, no la veo, pero si hablo con ella, mejor dicho con su alma con su espíritu.
-No le creo.
-Tú porque no crees en nada Hijo.
-Creo en mi mismo y basta de decirme hijo. También creo en mi padre, él me crió “a su imagen y semejanza”. –dice nuevamente irónico.
-No sabes lo que dices.
-Si sé. Me dice todo esto para que me pase a su bando, pero no lo haré.
-Esto no es una guerra, no hay bandos, tampoco hay buenos ni hay malos.
-Ustedes muchas veces no lo ven así. Siempre los demás, los que están en contra son los malos y no me diga que no.
-No te voy a decir nada. No puedo decirte como pensar, pero guiarte por el buen camino.
Raúl larga una carcajada. –El buen camino lo hago yo, nadie me tiene que guiar, a menos que me traigas a mi madre de vuelta conmigo.
-No puedo traerla pero puedo llevarte con ella.
-Como dice? –dice Raúl perplejo.
- Lo que has escuchado o acaso estas sordo? –al decir estas palabras la cara del Padre cambió por completo, de ser un rostro tranquilo y sin muchas facciones notables, pasa a ser un ser horrendo, con grandes cejas en forma de V, grandes dientes, colmillos, cuernos, patas (si, patas de caballo o algo así), enormes garras capaz de matar a cualquier mortal de un solo golpe y dice con voz roncosa y fuerte, muy fuerte y mientras el interior de la Iglesia se ponía oscuro y con una densa neblina dice: -Te llevaré con tu madre, ahí mereces estar! –acompañado de una risa macabra.
-Estoy soñando? Que esta pasando acá?
Raúl cierra los ojos y los vuelve a abrir tres veces seguidas, pero no era un sueño, era real. –Que quieres de mí?
-A ti! Quiero que creas!
En Dios o en El Diablo? –dice Raúl irónico, si otra vez.
-En Dios!
-Pero, no crees que es irónico eso?-dice asustado al escuchar el eco de sus propias palabras y la pregunta que había hecho a tan feroz bestia.
-Aún no te has dado cuenta, no es cierto? Al creer en Dios también crees en mi, o sea, El Diablo!
-Pensándolo bien, tienes razón.
-Siempre tengo razón!
-Pero yo no creo en nada ni nadie, sólo en mí como ya he dicho, y en mi padre. Nosotros solos construimos nuestro futuro.
-Sabes muy bien que no es así.
-Es así porque yo lo digo.
-Me estas desafiando? Nos estas desafiando?
-Yo no hago nada, ustedes lo están haciendo.
-Prefieres morir antes que creer en Dios?
-Así es, no le tengo miedo a la muerte, después de todo, según Dios por algo la gente muere y de algo tengo que morir.
-Claro, y llego tu turno de dejar este mundo. –dice largando una risa tenebrosa, la mas tenebrosa jamás escuchada.
-Haz lo que tengas que hacer. –dice llorando y temblando Raúl.
-Eso mismo haré. –al pronunciar estas palabras se abre una puerta en el piso con fuego en su interior, llamas, llamas y fuego que no tenían ni principio ni final.
-Nos vemos en el infierno Hijo Mío. –dice El Diablo pero con la suave voz del Padre Horacio.
-Siempre quise escuchar esa frase saliendo de la boca de usted. –dice Raúl sin perder su ironía y sonriendo.
El Diablo empuja a Raúl y este cae al vacío en medio de gritos desgarradores y veinte segundos después, todo vuelve a la normalidad, la Iglesia esta tranquila nuevamente y no hay rastros del Diablo. El Padre se limpia un poco la Sotana y sale afuera a abrir la puerta para que entre la gente a recibir el sermón de todos los días.
-Buenas tardes Padre. Algo nuevo? –dice una señora mayor.
-Nada nuevo señora, lo mismo de siempre, pero no le voy a contar porque usted nunca tendrá que pasar por ello.
-Dios esta conmigo, nada podría pasarme, no es así Padre?
-Así es señora, así es. Pase, pase y tome asiento.


FIN


N. del A.: Ustedes se preguntarán algo. Quien escribió esto? Sólo voy a decirles algo, nadie presencio lo ocurrido, El Padre no recuerda nada, nunca recuerda nada y repito nadie estaba espiando o escuchando esa tarde. Saquen sus propias conclusiones.

5 comentarios:

  1. Jajajajaja esta es mi favorita hasta ahora, me re gustó! Flashera y todo jajajaja :D
    La verdad que si, es creer o reventar.. besoos :)

    ResponderEliminar
  2. Puse MUSE por poner, se manejan en base a arreglos y hacen una música espectacular, y no los menosprecié, a mi me gusta... simplemente que tenia que comparar y tal vez me exprese mal.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. jajaja creer o rebentar.. después de esto me queda bien explicado.
    Gracias por pasar por mi blog :)

    ResponderEliminar
  4. I believe in the Devil jeje Llevo un tatuaje de él en mi hombro izquierdo. Me parece un personaje oscuramente atractivo. Abrazo, y 10 puntos otra vez

    ResponderEliminar
  5. Alvi, me re colgué, no leí nada, espero que sepas perdonarme. Te prometo que pronto leo todo y comento(:
    Te odio un poquito menos que a los demas(:

    ResponderEliminar